Aún recuerdo ese día, lo bueno es que ya no tengo emociones negativas respeto a ese momento. Entrenaba para la selección de Nuevo León de Rugby, allá por el 2009 (creo), era un ejercicio de tackle en un cuadro pequeño, el tackle era si o si ya que no había espacio para evadir, o al menos nunca tuve esa habilidad jaja. Tenía el balón y mi amigo Manitas (capitán actual de la selección Mexicana de Rugby) me sacó del cuadro, malamente bajé la guardia y Manitas me tackleó, caí muy mal, con la cabeza y el hombro y sentí un dolor bien raro, nunca lo había sentido.
Seguí entrenando pero no podía levantar el hombro, llegué a mi casa y me dijeron que me pusiera algo caliente, lo hice pero el dolor no se me quitaba. No quiero hacer muy largo el cuento pero dejé de jugar 6 meses y aún me dolía, y hasta ese entonces, decidí ir con el doctor, (muy mala decisión jaja), resultó que me había fracturado la clavicula en aquel momento, el doctor me dijo que debí haber ido al hospital inmediatamente después del golpe, cosa que obviamente no hice.
Después de muchas sesiones de rehabilitación, ya podía levantar el brazo y comencé a fortalecer el hombro, el doctor me había dicho que ya sería un dolor crónico el que tendría, pero que teniendo el hombro bien fortalecido, desaparecería el dolor y sería totalmente funcional, por lo que trabajé mucho mi hombro, ya que quería regresar a jugar rugby.
En el 2011 fue cuando volví a jugar Rugby, fue en el equipo de la Universidad de Monterrey, algo raro me pasaba en los entrenamientos y también en los partidos, al momento de tacklear, o intentar tacklear mas bien, me bloqueaba, sentía como el tiempo se detenía y no hacía lo que en teoría, sabía hacer.
En un tackle de rugby tienes que bajar tu postura para hacer contacto de tu hombro con al menos, la cadera del otro jugador, si tu lo recibes estando parado, el otro jugador te va a "mandar de nalgas", ya que no estás en la postura correcta. Todos me mandaban de nalgas porque me bloqueaba, me quedaba parado, era como si mi cuerpo no reaccionara.
No solo era ese bloqueo que me pasaba, si no que luego sentía que me faltaba el aire y no podía respirar, mi cabeza andaba a mil por hora con ideas de que estaba en peligro y que si me volvía a lesionar, iba a vivir oootra vez todo el proceso de rehabilitación.
No sabía qué me pasaba, ya que mi hombro estaba muy fuerte, incluso más que antes, la técnica del tackle la sabía hacer, no era mi primera vez jugando ni tackleando, entonces ¿qué era?.
Decidí ir con una psicóloga, ya que como formación de psicólogo, necesitaba estar en un proceso de ese tipo, y lo que me dijo que experimentaba en ese momento era un ataque de ansiedad, ya que para mi había sido algo con mucha carga emocional y en sí, lo físico estaba rehabilitado, pero mi mente no, y era la que me jugaba sucio, ya que en sí, no podía controlar ese momento.
Tenía muchas ideas irracionales sobre el tackle, ¿qué iba a pasar después?, ¿y si no tackleo bien, me voy a volver a lastimar?, y si no tackleo bien y me mandan de nalgas ¿se reirán de mi?, ¿será mejor dejar el rugby?, eso y otras preguntas me llegaban al momento de tacklear.
Imagínate todo eso antes de tacklear, pues es obvio que no tackleas, es cuestión de 1 segundo tomar la decisión de ejecutar un tackle. Después de un proceso de como 20 sesiones, superé ese momento y ya estaba listo para tacklear, ya pude, y sobre todo ya no tenía ni miedo, ni ideas irracionales y sobre todo, ya tenía la confianza en mi mismo.
En sí fue largo el proceso por el enfoque de mi psicóloga, ya que era clínica, y me surgió la duda de ¿existirá el psicólogo del deporte?, y para mi fortuna, ¡si existía!, existían estudios de posgrado, doctorados, diplomados, cursos-talleres, etc., por lo que ya quería terminar mi carrera para iniciar mis estudios en esta aplicación de la Psicología.
Hablando de términos de psicología del deporte, en toda esa sitación, experimentaba una baja autoconfianza, bajo afrontamiento, visualización negativa, y sobre todo, bajo control de ansiedad. Esas variables son las que trabajo muy seguido con los atletas que veo, muchas veces después de una lesión deportiva es lo común que se presenta, en muchas ocasiones no se tiene el tiempo para realizar 20 sesiones ya que, imáginate un profesional, en 15 o 20 semanas se te va un torneo completo, no hay tiempo, entonces un Psicólogo del deporte, trabaja estos aspectos de una forma más rápida.
En su momento, recuerdo que yo pensaba que mi lesión y todo lo que viví después, que fue lo más pesado, era lo peor que me podía pasar en la vida, pero ahorita realmente agradezco que me sucediera eso ya que por esa necesidad que tuve, fue que me dí cuenta de la importancia de la Psicología del Deporte.
¡Y aquí estoy! haciendo lo que mas me gusta, trabajar con el deporte y la psicología.
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